Leonardo da Vinci (1452-1519). La Gioconda (1503-1506). Detalle Óleo sobre tabla de álamo. 77 x 53 cm. (Obra completa) Museo del Louvre. París |
No creo que haya una mirada más famosa en la historia del arte que la de Mona Lisa. Más de cinco siglos han pasado desde que el genial Leonardo da Vinci la pintara y todavía hay quien quiere descubrir en ella códigos secretos. La Gioconda sigue siendo un misterio sin resolver. Pero no la traigo hoy aquí por eso. Ni siquiera, como sería más propio de este blog sobre Medicina y Arte, por esa hiperlipemia de la modelo que tantos autores han mencionado, y que se pondría de manifiesto, entre otras cosas, por un posible xantelasma en la proximidad del lagrimal izquierdo. Los ojos de Mona Lisa dan inicio a esta entrada por esa peculiaridad tan suya: la que hace que, la miremos desde donde la miremos, ella nos devuelva siempre su enigmática mirada.
Mirar a los ojos, ese sencillo gesto que por diversos motivos tantas veces falta, es lo que nos propone a los sanitarios una iniciativa promovida en Internet por un grupo de compañeros, con el fin de humanizar nuestra relación con el paciente en el ámbito de la medicina actual socializada y tecnificada. Humanizar... que no es poco. Una iniciativa a la que, desde ahora mismo, me uno.
Para saber más sobre esta iniciativa, véase: Mírame, diferénciate.
Mirar a los ojos, ese sencillo gesto que por diversos motivos tantas veces falta, es lo que nos propone a los sanitarios una iniciativa promovida en Internet por un grupo de compañeros, con el fin de humanizar nuestra relación con el paciente en el ámbito de la medicina actual socializada y tecnificada. Humanizar... que no es poco. Una iniciativa a la que, desde ahora mismo, me uno.
Para saber más sobre esta iniciativa, véase: Mírame, diferénciate.
...COMO SÓLO TÚ PODÍAS HACERLO...MAGNÍFICO!!!!!
ResponderEliminarPues no viene mal que algunos compañeros tuyos se apliquen esta iniciativa, porque algunos no te miran a los ojos. No sé cómo hacen el diagnóstico. A veces piensan que lo que te dictaminan bien pudiera pertenecer al paciente anterior.
ResponderEliminarUn saludo
Gracias J. Eres un cielo.
ResponderEliminarUn beso.
"De todo hay en la viña del Señor", querida Carmen.
ResponderEliminarHabría mucho que hablar sobre el por qué del evidente deterioro de la relación médico-paciente... Pero, como puedes ver en el enlace que he dejado, gente hay en el mundo sanitario (y mucha) dispuesta a poner de su parte para mejorar esa situación.
Muchas gracias por tus siempre interesantes comentarios.
Besos.