Vincent van Gogh (1853-1890). Kop van een skelet met brandende sigaret (1886) Óleo sobre tela. 32 x 24,5 cm. Museo Van Gogh. Amsterdam |
Mientras la polémica sobre la nueva ley que prohíbe fumar en muchos lugares de España sigue candente, lo cierto es que en el país hay menos humo; pero este escribidor (en el sentido coloquial del término que hizo famoso el gran Vargas Llosa, de quien ya quisiera tener una millonésima parte de su valía literaria) se entretiene con cuestiones más de su gusto, buscando temas sobre medicina y arte en relación con el tabaco. La verdad es que ejemplos hay para empezar y no parar. Uno de los más interesantes, en mi opinión, es este cuadro del genial Vincent van Gogh, que mi querida amiga Ana Leal Anguita nos ofrece en su exquisito blog "ARTES PLÁSTICAS", en una entrada, "NO SMOKING PLEASE", en la que tuvo la gentileza de nombrarme y dedicarme una glamourosa fotografía en la que la bellísima Lauren Bacall enciende un cigarrillo a su tantas veces partenaire (lo escribo sin comillas, pensando que la Real Academia Española no ha suprimido, todavía, este galicismo que a mí me suena mejor que "compañero de reparto") y marido en la vida real, el fumador empedernido, casi inimaginable sin el cigarro encendido entre sus dedos o sus labios, el irrepetible actor Humphrey Bogart. Por cierto, sabían que Humphrey Bogart era hijo de médico, que su padre quería que estudiara medicina en Yale; pero que no pudo ser porque el chico era muy aficionado a fumar, beber y "pasarlo bien" y poco o nada a estudiar...
Gracias, Ana, por tu detalle. Me encantó.
Respecto a ese cuadro del esqueleto de la parte superior del tronco y cráneo fumador, conocía la imagen, incluso había pensado utilizarla alguna vez en las presentaciones antitabaco que, desde 2005, vengo realizando; pero, ¡oh, ignorante!, no sabía ni nunca me había preocupado por saber que el autor era, nada menos, que van Gogh. Se trata de una de sus obras más significativas de cuando estudiaba en Amberes. Hay quien, inocentemente, ha comentado por algún foro, que el pintor expresaba así los efectos del tabaco. Falso de toda falsedad. Más acertadas me parecen las opiniones que sugieren una muestra del carácter rebelde del pintor, que lo manifestaba así como reacción al academicismo clásico de sus estudios de anatomía aplicada al arte. O, como sensatamente dice Ana Leal: "...esta imagen no pretendía denunciar nada, más bien dotar de vida a la calavera."
Por supuesto, esa no fue la única vez que van Gogh pintó un cráneo. Abajo se pueden ver otras dos muestras, pintadas en París, en el invierno entre 1887 y 1888: de frente y de perfil.
Aquél mismo invierno, en París, dibujó el esqueleto colgante con gato que aparece a continuación.
Respecto al tabaco, en algunos de sus retratos aparece gente fumando, como el hombre fumando en pipa, de 1885.
O, este otro interesante cuadro, el único en que he visto que el retratado fumaba un cigarrillo. La página del Museo van Gogh parece indicar que se trata de un paciente, compañero suyo, un hombre con un solo ojo, que pintó mientras estaba ingresado en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy; aunque esa misma página, en otro lugar, dice que ingresó en dicho Hospital en el año 1889 -como así fue- por lo que existiría una incongruencia en las fechas; o, probablemente una mala interpretación mía. Seguramente, el cuadro, es anterior a su ingreso en el mencionado hospital psiquiátrico.
Muchas veces, en sus autorretratos (él fue su principal modelo) van Gogh, que era un gran fumador, se representó a sí mismo fumando en pipa.
Y, cómo no, en su famoso autorretrato, con una venda, después de haberse cortado parte de la oreja derecha, en 1889.
Van Gogh es una figura apasionante para la medicina y el arte sobre la que, inexcusablemente, tendré que volver...
Gracias, Ana, por tu detalle. Me encantó.
Respecto a ese cuadro del esqueleto de la parte superior del tronco y cráneo fumador, conocía la imagen, incluso había pensado utilizarla alguna vez en las presentaciones antitabaco que, desde 2005, vengo realizando; pero, ¡oh, ignorante!, no sabía ni nunca me había preocupado por saber que el autor era, nada menos, que van Gogh. Se trata de una de sus obras más significativas de cuando estudiaba en Amberes. Hay quien, inocentemente, ha comentado por algún foro, que el pintor expresaba así los efectos del tabaco. Falso de toda falsedad. Más acertadas me parecen las opiniones que sugieren una muestra del carácter rebelde del pintor, que lo manifestaba así como reacción al academicismo clásico de sus estudios de anatomía aplicada al arte. O, como sensatamente dice Ana Leal: "...esta imagen no pretendía denunciar nada, más bien dotar de vida a la calavera."
Por supuesto, esa no fue la única vez que van Gogh pintó un cráneo. Abajo se pueden ver otras dos muestras, pintadas en París, en el invierno entre 1887 y 1888: de frente y de perfil.
Vincent van Gogh. "Schedel" (1887/1888) Óleo sobre tela. 41,5 x 31,5 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
Vincent van Gogh. "Schedel" (1887/1888) Óleo sobre tela. 43 x 31 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
Aquél mismo invierno, en París, dibujó el esqueleto colgante con gato que aparece a continuación.
Vincent van Gogh. "Hangend skelet en kat" (1886/87) Museo van Gogh. Amsterdam |
Respecto al tabaco, en algunos de sus retratos aparece gente fumando, como el hombre fumando en pipa, de 1885.
Vincent van Gogh. "Kop van een man"(1885) Óleo sobre lienzo. 38 x 30 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
O, este otro interesante cuadro, el único en que he visto que el retratado fumaba un cigarrillo. La página del Museo van Gogh parece indicar que se trata de un paciente, compañero suyo, un hombre con un solo ojo, que pintó mientras estaba ingresado en el hospital psiquiátrico de Saint-Rémy; aunque esa misma página, en otro lugar, dice que ingresó en dicho Hospital en el año 1889 -como así fue- por lo que existiría una incongruencia en las fechas; o, probablemente una mala interpretación mía. Seguramente, el cuadro, es anterior a su ingreso en el mencionado hospital psiquiátrico.
Vincent van Gogh. "Portret van een man met één oog" (1888) Óleo sobre lienzo. 56 x 36,5 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
Muchas veces, en sus autorretratos (él fue su principal modelo) van Gogh, que era un gran fumador, se representó a sí mismo fumando en pipa.
Vincent van Gogh. Autorretrato (1886) Óleo sobre lienzo. 46 x 38 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
Vincent van Gogh. Autorretrato (1887) Óleo sobre lienzo sobre cartón. 42 x 30 cm. Museo van Gogh. Amsterdam |
Y, cómo no, en su famoso autorretrato, con una venda, después de haberse cortado parte de la oreja derecha, en 1889.
Vincent van Gogh. Autorretrato "con una oreja vendada" y pipa (1889) Óleo sobre lienzo. 51 x 45 cm. Colección Privada |
Maravillosa entrada sobre el amigo Vicent y el tabaco.
ResponderEliminarMuchas gracias por referirte a mi y a mi blog en tu entrada: me encanta.
Al final el tema del tabaco nos está dando mucho juego.
Muchas de las imágenes de van Gogh fuman en pipa. Grandes fumadores dicen que es como no fumar, porque no se tragan el humo. No se. Al menos no se fuman el papel. Y el olor de la pipa es siempre más agradable. ¿no has pensado en pasarte a la pipa? Queda muy británico. A lo mejor puede ser un paso intermedio.
Lo que pasa es que para fumar en pipa hace falta tener tiempo, que se te apaga, que la rellenas, que la limpias,.., todo un ritual. Por eso es también más atractiva. Los rituales tienen eso.
El paso al cigarro liado también tenía su ritual y su tiempo y por ello su atractivo. Ahora, abrir y fumar, solo hay que encenderlo. Estamos en los tiempos del poco tiempo. Al final vendrán los cigarrillos con un mecanismo de autoencendido.
Me ha gustado mucho tu entrada. Un beso.
Me alegra mucho que te haya gustado esta entrada, Ana. Realmente, la has motivado tú. Y, es verdad que el "tabaco nos está dando mucho juego"; como, en un futuro -espero que no sea muy lejano- nos lo va a dar "el amigo Vincent". Me he enganchado a él, lo cual es siempre mejor que estar "enganchado" al tabaco.
ResponderEliminarRespecto a fumar en pipa... Pues, también lo hago. Poco, porque, efectivamente, requiere una ceremonia para la que normalmente no hay tiempo, y quizás por eso resulta mucho más placentero. Tengo una buena colección de pipas, muchas de ellas son recuerdo de algunos de los lugares en los que he estado, añadiendo así un placer más: el recuerdo del viaje.
Gracias, como siempre, por tus comentarios y por estar ahí.
Un beso.
Primero voy a manifestarte mi afecto e invitarte a recibir un regalo :
Eliminarhttp://eticamedicaybioetica.blogspot.com/2012/10/historia-del-tabacopreguntas-francisco.html
"Aprovecho la oportunidad para hacerte un regalo: Luis XII, en Milán recibió el mismo regalo de un " Cachimbeiro Famoso ".
Es un regalo singular:
¡ Se puede volver a regalar !...archivo compartido....diapositiva N. 16
¿ De acuerdo ?
Muy cierto lo que dice Ana Leal Anguita,
" El tabaco nos está dando mucho juego "... por favor invítala a esta tertulia..
Es cierto que soy tu amigo, pero mi regalo es interesado, pretende a cambio, tu " Kalos Logos " que llena mi quehacer.
Magnífico blog... Me lo quedo... Felicidades Paco
ResponderEliminarMuy agradecido, DOCTOR ALBEIROS, por tan amable felicitación; y encantado de contar también en este blog con tan apreciada presencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Excelente entrada, como tantas otras, cuidada, documentada, atractiva.
ResponderEliminarEl humo rodeando a los artistas como motivo de sus obras y el humo creador en sus mentes, disuelto luego en lienzos o en poemas.
Me alegro también de que, en la góndola de MI SIGLO, hayamos coincidido en el tiempo, tocando con la palabra el agua de Venecia.
Un abrazo
José Julio Perlado
Amigo Francico:
ResponderEliminarComo bien sabes, estoy escasa de tiempo y tengo muchas entradas pendientes de revisar (el "reader" está saturado); sólo quería agradecerte tu bello comentario en mi blog... Particularmente esta entrada sobre Van Gogh me ha encantado... Magnífico trabajo, como siempre...
Un abraaaaaaaaazo!
Desconocía que Van Gogh hubiera fumado tanto como pintado. Un lujo el reportaje de cuadros y comentarios que nos has colgado.
ResponderEliminarVoy a robar el primer cuadro, me chifla, y no sólo por el estilo de sus pinceladas, es que tiene un punto sarcástico que me ha enamorado (insisto, el cuadro).
Gracias a ti, José Julio, por el regalo de tus palabras, que engrandecen este humilde blog.
ResponderEliminarLa evocación de Venecia fue una sensación tan agradable que no puedo dejar de agradecerla.
Un cordial y afectuoso saludo.
J., muchas gracias por dedicar unos minutos de tu escaso tiempo a este blog. Pronto descansarás... para luego empezar la nueva etapa, en la que te deseo lo mejor.
ResponderEliminar¡Ánimo! y ¡Mucha suerte!
Aquí puedes "robar" lo que quieras, xrisstinah. Disfruta de este "amor". Pero me propongo el reto de que encuentres aquí otro, más "metidito en carnes"...
ResponderEliminarUn abrazo.
Estupenda entrada. Da mucho juego esto del tabaco Francisco; el arte y el vicio...me viene a la memoria Paul Cézanne y "Los jugadores de cartas" en el que también están fumando los personajes (si no recuerdo mal)...Por cierto - hablando de pintores y artistas "calaveras" - ¿qué me dices de Gauguin? seguro que este sería un auténtico reto para ti.
ResponderEliminarBesos musicales, doctor.
Me han encantado estos besos musicales, que recibo con mil amores Lola MU.
ResponderEliminarParece que me has leído el pensamiento, o que andamos los dos un poco "calaveras" porque, entre mis múltiples proyectos, después de van Gogh, pensaba dedicarle un poco de atención a Gauguin, que da más juego que el tabaco... En Cézanne no había pensado. Le echaré un vistazo.
Pero, volviendo a Gauguin, como exquisito aperitivo, te dejo el enlace a una entrada de la extraordinaria Ana Leal:
http://www.plasticayarte.com/2010/12/paul-gauguin-mata-mua.html
Besos musicales y de colores.
Estos cuadros del gran pintor atormentado, mostrando en sus rabiosas pinceladas la belleza de lo grotesco, me hacen pensar en diferentes circunstancias del hábito tabáquico, y primeramente en la soledad, pues un amigo me decía hace poco que el tabaco le había servido de compañía en sus peores momentos (había salido de baches existenciales de la mano del placentero y maldecido tóxico). Nosotros, amigo Francisco, que aconsejamos a nuestros pacientes que no fumen (sería imperdonable lo contrario), rehusando los radicalismos admitimos no obstante el aspecto estético del tabaco (¿qué sería de Humphrey Bogart sin un cigarrillo entre las manos, o de Edward G. Robinson sin un puro en la boca, o de un cinematográfico capitán de barco sin su pipa?). Y buena muestra de ello es esta vangohtiana y admirable entrada.
ResponderEliminarUn abrazo y mi más rendida admiración por ser capaz de llevar dos blogs a un tiempo y de manera tan sobresaliente.
Amigo José Manuel:
ResponderEliminarSuscribo cada una de tus palabras. Creo que ambos conjugamos la ética y la estética. Cada una tiene su lugar. Y el cigarrillo, todavía, entre nosotros (no sé que ocurrirá en el futuro) es imprescindible, al menos, en la evocación de imágenes que quedaron grabadas en nuestra memoria.
Aquí te dejo un enlace al respecto:
http://vueltaatras.blogspot.com/2008_07_01_archive.html
En cuanto a lo de los dos blogs... Es difícil, la verdad. La idea era dejar "Tiempo para la Memoria" con libertad para tratar cualquier tema y darle a "Medicina y Arte" (al principio puse "Bellas Artes" porque ya había uno con ese título; pero luego decidí que no tenía por qué evitarlo) un contenido más específico, con la idea, incluso, de que me sirviera para un proyecto que tengo en la Universidad. Pero, a veces, como ahora, que tengo el compromiso de entregar, ya, una ponencia escrita, y a ella me estoy dedicando estos días, no puedo publicar y tengo el síndrome de abstinencia.
Un abrazo muy fuerte, y mi agradecimiento por tu inestimable presencia en este blog.
Me ha encantado esta entrada! Conocía la obra y sabía que era de Van Gogh pero no la "entendía".
ResponderEliminarY felicidades por el blog, que hoy en día la interdisciplinariedad es un tesoro.
Muchas gracias Gisela, por tan amable comentario. Más, viniendo de una Licenciada en Historia del Arte.
EliminarYo también he quedado muy gratamente sorprendido por esa "Rara Avis" que acabo de conocer, y que, desde ya, seguiré con gran interés.
Un cordial saludo.