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Piero di Cosimo (1462-1521). Retrato de Francesco Giamberti (c.1482) Óleo sobre tabla. 47,5 x 33,5 cm. Rijksmuseum. Amsterdam |
Piero di Cosimo me parece un pintor fascinante. De su vida no se sabe mucho más de lo que escribió Vasari en su libro Le vite d' più eccelente pittori, scultori et architettori; aunque sólo eso es suficiente para provocar el deseo de profundizar en su conocimiento. De su obra sólo conozco todavía algunos cuadros, entre los cuales hay varios de interés para el médico aficionado al arte. Es mi propósito dedicarle una serie de entradas a este poco conocido pintor florentino, en las que se expongan aquellos aspectos de su vida y de su obra que más me han llamado la atención.
Para empezar, se puede decir que Piero de Cosimo, nació en la Florencia de los Medici el 2 de enero de 1462, diez años después que el gran Leonardo; pero, a diferencia de éste, murió en esa misma ciudad -según recientes investigaciones, durante una epidemia de peste- el 12 de abril de 1522. Su verdadero nombre era Piero di Lorenzo, pero nunca fue conocido en el mundo artístico de otra manera que con el patronímico de su maestro Cosimo Roselli.
Piero di Cosimo no debía tener más de veinte años cuando pintó el retrato de Francesco Giamberti (1405-1480), ebanista, constructor y músico que trabajo para los Medici desde los tiempos de Cosimo, el fundador de la dinastía. El retrato, basado probablemente en una máscara funeraria, fue un encargo del hijo de Giamberti, Giuliano da Sangallo, para formar pareja con su su propio retrato, y nos muestra a un personaje de avanzada edad con claras referencias a algunas de sus profesiones. En la base del cuadro vemos una partitura, como músico que fue, y al fondo, en el ondulado paisaje toscano, algunos edificios que representan su oficio de constructor. Sorprende el cuidado que pone el pintor en cada detalle de la cara: los labios finos, la boca hundida, la prominente nariz, la oreja doblada bajo el peso de su gorro, las profundas arrugas que surcan la frente y el rostro, y otras más pequeñas en las comisuras de los labios y los párpados, las canas... Tanto es así que podemos observar perfectamente esas "venas en las sienes", que señalan algunos críticos, y que -en realidad- se trata de una evidente arteritis de la temporal, que podemos ver en una imagen ampliada a continuación:
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- Dolor de cabeza, ligero o intenso y que puede ser pulsátil.
- Ceguera o manchas ciegas en un ojo o visión borrosa o doble.
- Dolor en la mandíbula, en especial al masticar o al hablar.
- Dolor y rigidez en el cuello y en el hombro.
- Fatiga y pérdida de peso.
- Fiebre.
No he podido localizar en Internet ningún ejemplo de la música de Giamberti, pero sí de otros autores de la época, como éste de Cipriano de Rore, prominente compositor de madrigales, considerado como uno de los creadores de la música italiana del Renacimiento aunque fuera flamenco de nacimiento.
Enlaces de interés. Sobre otras pinturas donde se observa una arteritis de la temporal:
CALHEIROS VIANA R.(2011): "Arterite Temporal e Polimialgia Reumática numa Pintura de 1436". Arte Médica [Disponible en: http://medicineisart.blogspot.com/2011/04/arterite-temporal-e-polimialgia.html; consultado el 19 de noviembre de 2011].