John William Waterhouse (1849-1917) "A Sick Child brought into the Temple of Aesculapius" (1877) Óleo sobre lienzo, 208 x 170 cm. (Pulsar sobre la imagen para verla ampliada) |
John William Waterhouse fue un pintor británico nacido en Roma, el 6 de abril de 1849, y fallecido en Londres, el 10 de febrero de 1917. Sus comienzos artísticos, a los que pertenece el cuadro que encabeza esta entrada, estuvieron influidos por el neoclacisismo victoriano. Luego fue prerrafelista, más tarde estuvo influido por el planairismo de los impresionistas franceses; y, "...si al principio de su carrera se dedicó a temas de la antigüedad clásica, más adelante abordó los literarios, siempre con un estilo suave y misterioso, imbuido de romanticismo, que permiten encuadrarlo dentro del simbolismo." (Wikipedia).
En su cuadro, Waterhouse nos muestra lo que podría ser el momento inicial del tratamiento en un templo de Esculapio, el dios romano de la medicina, al que los griegos habían conocido como Asclepio, y a cualquiera de sus muchos templos (dicen que más de trescientos) diseminados por los territorios de Grecia, primero, y Roma después, los griegos llamaban "asclepeion" o "asclepion". La madre, con el niño enfermo, presenta sus sencillas ofrendas (frutas y verduras, principalmente, que se muestran en una cesta, a la derecha de la imagen), puede que algo de vino en el ánfora que está a sus pies, y se queman sustancias aromáticas (quizás incienso), en presencia de los asclepíades, los médicos-sacerdotes que atendían el templo, de sus ayudantes y otras personas (posiblemente algún familiar) ante la estatua del dios.
El culto a Asclepio se remonta hasta el siglo VI a.C., antes de que Alcmeón de Crotona, Hipócrates de Cos y sus seguidores iniciaran nuestra medicina actual, científica y técnica. Y no desparecería, sino que seguiría conviviendo con ella durante la dominación romana, hasta que el cristianismo se impuso sobre las divinidades paganas. Según una de las versiones más extendidas de la mitología griega, Asclepio era hijo de Apolo, uno de los dioses olímpicos más importante y polifacético, que -entre otras cosas- también era dios de la medicina, y de la mortal Coronis. Pero, mientras estaba embarazada, Coronis tuvo amores con un joven de su vecindad y Apolo -advertido por un cuervo- celoso y expeditivo, puso fin a la vida de la amante infiel con un certero flechazo, le practicó una cesárea póstuma, y entregó al niño al centauro Quirón, maestro de un buen número de célebres personajes de la mitología helénica, para que lo formase como médico.
Estatua de Asclepio, encontrada en el Asclepion de Epidauro Museo Arqueológico Nacional de Atenas |
Al dios de la medicina se le representa habitualmente como un hombre maduro, barbado, de larga cabellera, gesto amable y mirada serena, que lleva en una de sus manos un bastón (en la fotografía de arriba no se ve, por el deterioro de esta estatua, encontrada en Epidauro; pero sí en otras imágenes) sobre el que se enrosca una serpiente. Bastón y serpiente constituyen el símbolo de la medicina. El templo más importante del dios de la medicina fue el Asclepion de Epidauro, construído en torno al año 375 a.C.; pero también fueron famosos los de Corinto, Cos, Pérgamo, Atenas y la misma Roma. Se dice que Hipócrates inició su formación y ejerció como asclepíade en Cos, y Galeno llevó a cabo su labor -durante algún tiempo- en el de Pérgamo, su ciudad natal. En España existió un templo-santuario de Asclepio en Ampurias. En el asclepion tenían lugar ceremonias de distinto tipo, propias de la medicina mágico-religiosa que allí se practicaba. Se realizaban sacrificios, normalmente de aves, y se donaban ofrendas en forma de frutas, dulces y otros comestibles. Se elevaban plegarias a los dioses. Había sitio para los baños rituales. En ocasiones, podía emplearse la música y la danza, con efectos terapéuticos... Siempre bajo la presencia omnipresente de las serpientes sagradas. Aunque, todo ello no es óbice para que se practicaran también algunos tratamientos quirúrgicos, como ha quedado suficientemente demostrado, sobre todo, mediante el instrumental y los exvotos hallados en los trabajos arqueológicos. Sin embargo, la práctica esencial en los asclepiones era la "incubación" o sueño en el templo. Los pacientes eran inducidos al sueño (de forma natural o utilizando sustancias hipnóticas) y mientras dormían en el "abaton" se les aparecía el dios que los curaba o indicaba el modo de hacerlo a los médicos-sacerdotes que interpretaban los sueños. Pero, dejemos que sea el Profesor Laín Entralgo, maestro insigne de la Historia de la Medicina Española y gran conocedor de la Historia de la Medicina de la Grecia Clásica, quien nos lo explique:
"Desde antes del siglo V a.C. hasta el hundimiento del mundo antiguo -Asclepio fue, no lo olvidemos, la divinidad pagana más resistente al triunfo del cristianismo-, los templos consagrados a ese dios, y muy especialmente el de Epidauro, fueron el marco de la práctica más famosa y popular de la medicina mágico-religiosa helénica y romana: la incubatio. Los enfermos dormían juntos en el interior del templo, y durante el sueño se aparecía Asclepio a cada uno de ellos para curarle, bien tocando su persona, bien, como con frecuencia ocurrirá en épocas más tardías, prescribiéndole algún remedio. Una escena burlesca del Pluto II de Aristófanes es nuestra más detallada fuente acerca de las curas en los templos de Asclepio o asklipieia. Que la experiencia clínica a que dio lugar la incubatio tuviera alguna relación con el desarrollo de las escuelas técnicas de la medicina griega, parece cosa harto dudosa. Es segura, en cambio, la cristianización del sueño en el templo durante los primeros siglos de la medicina bizantina."(1)
NOTAS
(1) LAÍN ENTRALGO, P. (1990): Historia de la Medicina. Barcelona, Salvat: 52.
Dejo para el final un par de vídeos. El primero con imágenes de Asclepio y la música de Bach.
Y, el segundo, con más datos para las "biografías" de Apolo y Asclepio (en inglés):