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29 de octubre de 2011

Reseña: Sobre una posible oftalmopatía de Graves en "El Juicio Final", de Miguel Ángel, por Renata Calheiros Viana


Michelangelo Buonarroti (1475-1564). El Juicio Final (1537-1541) (detalle)
Fresco
Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano
 

El objetivo principal de este blog, Medicina y Arte, es publicar libremente mis propios textos sobre la apasionante relación que ha existido y existe entre ambas materias. Pero un blog, además de servir como medio de expresión personal, puede ser una excelente herramienta para la comunicación y la difusión del conocimiento. Esa es la intención al iniciar, aquí y ahora, una nueva sección donde, como siempre se ha hecho en las publicaciones periódicas, con el título general de "reseñas", comentaré -de cuando en cuando- alguna entrada de contenido médico-artístico publicada en cualquiera de los blogs que visito, que me haya interesado especialmente y crea que pueda interesarle también a otros; insertando al final -como es natural- el correspondiente enlace a su publicación original.

Renata Calheiros Viana
Y la primera "reseña" nos lleva al blog de Renata Calheiros Viana, Arte Médica. Renata es una estudiante brasileña de 6º de Medicina (si no me equivoco) que desde el 8 de mayo de 2010, cuando empezó a publicar su blog, ha demostrado con creces su amor por la Medicina y el Arte, sus sólidos conocimientos y su brillante modo de exponerlos. Arte Médica se ha convertido en una referencia obligada para quienes nos ocupamos de estos temas. Yo lo conocí mientras maduraba la idea de mi Medicina y Arte, buscando información sobre lo que se estaba haciendo en este campo, y en él encontré plasmado justo el modelo perfecto de lo que quería hacer. Desde entonces lo considero como el hermano mayor por haber nacido cinco meses antes que el mío; aunque si nos atenemos a la edad de los autores, quien esto escribe supera en más del doble a su joven colega brasileña: y su juventud, entiendo yo, es un mérito más añadido a la obra de Renata.


En su entrada titulada "Oftalmopatia de Graves em 'O Juízo Final' de Michelangelo Buonarroti", publicada el pasado 20 de octubre de 2011, Renata Calheiros Viana nos muestra un posible caso de esa enfermedad que aparece, casi escondido, en el tercio superior izquierdo -según se mira- al mural realizado al fresco por el genial artista de Caprese para decorar el ábside de la Capilla Sixtina, entre 1536 o 1537 y 1541.


Sobre la oftalmopatía de Graves, en Internet, pueden encontrar información muy accesible en la página web del Dr. Martín Devoto, y más amplia, para estudiantes de Medicina y profesionales en artículos como los de los doctores Howard R. Krauss (2001) o  J. M. Gómez Sáez (2004). Cabe añadir, simplemente, sin entrar en la eterna discusión sobre la conveniencia o no del uso de epónimos en medicina, que el Graves a quien nos estamos refiriendo es el eminente médico irlandés Robert James Graves (1796-1853). No confundirlo con el escritor y erudito Robert Graves (1895-1985), cuya biografía en Wikipedia copió y pegó un alumno nuestro, el curso pasado, en un trabajo sobre la enfermedad de Graves... ¡Y se quedó tan tranquilo!


La entrada de Renata Calheiros Viana está escrita en portugués; pero no creo que haya ningún problema con el idioma, y menos con la facilidad que tenemos para utilizar los traductores en el blog. Para acceder a ella basta con pulsar sobre el siguiente enlace:





16 de octubre de 2011

Los quevedos


Jan van Eyck (c.1390-1441). Madonna met kanunnik Joris van der Paele (1436). Detalle
Óleo sobre tabla
Museo Groeninge. Brujas (Bélgica)

Según el Diccionario de la Lengua Española, se llama "quevedos" (siempre en plural) a unas "lentes de forma circular con armadura a propósito para que se sujete en la nariz", como las que acabamos de ver en ese detalle de un cuadro de Jan van Eyck, pintado en 1436.


El cuadro completo, que se muestra a continuación, puede encontrarse en Wikipedia acompañado de un buen estudio del mismo, donde se nos explica como el canónigo Joris van der Paele, anciano y enfermo, consciente de que se acerca el fin de su vida, procura que su camino hacia el cielo se halle lo mas expedito posible, y es presentado a la Virgen por el santo de su nombre, San Jorge, vestido de blanco -el color de la pureza- llevando en sus manos un libro de oraciones abierto y "un instrumento óptico, signo de riqueza y de erudición..."

Jan van Eyck (c.1390-1441). Madonna met kanonnikus Joris van der Paele (1436)
Óleo sobre tabla. 122,1 x 157,8 cm.
Museo Groeninge. Brujas

Tiempo habrá, si Dios quiere, para profundizar más adelante en la historia de la corrección óptica de las ametropías, que no se remonta más allá de la Edad Media, y cuánto contribuyó su invención a mejorar la vida de quienes hemos nacido con algún defecto de la visión, como la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo; o que, simplemente, por el normal curso de los años sufrimos los inconvenientes de la presbicia.

Quevedos del siglo XVI
Fuente: Wikipedia

De momento, diremos, que este tipo de lentes, anteojos o antiparras, se empleaban fundamentalmente en los siglos XV, XVI y XVII; siendo anteriores -por tanto- tal como hemos podido comprobar en el cuadro de Van Eyck, a la existencia de ese mordaz literato que les dio nombre por aparecer retratado -salvo raras excepciones- con sus características gafas: Don Francisco Gómez de Quevedo Villegas y Santibáñez Cevallos (1580-1645).

Juan van der Hamen (c.1596-1631). Retrato de don Francisco de Quevedo

Un Quevedo, por cierto, que apreciaba a los médicos como ciertos políticos actuales, "Mas" o menos, y que nos dedicaba lindezas como éstas que escribe en su "Poema a un médico":


"Yacen de un home en esta piedra dura
El cuerpo yermo y las cenizas frías:
Médico fue, cuchillo de natura,
Causa de todas las riquezas mías.
Y ahora cierro en honda sepultura
Los miembros que rigió por largos días;
Y aun con ser Muerte yo, no se la diera,
Si dél para matarle no aprendiera."



Mucho se ha estudiado la especial ojeriza que Quevedo tenía contra los médicos y los profesionales sanitarios, en general... Pero acabaremos con una cita de José Luis Sebastián, en Pliegos de Rebotica; y como colofón, otros versos del señor de La Torre de Juan Abad:
"Disminuido físicamente (extremadamente miope y chueco, es decir, con los pies torcidos hacia adentro), él mismo asegura que sufrió de joven 'padecidas con paciencia' dos gravísimas enfermedades que, seguramente, fueron causa de aborrecer a médicos, cirujanos, practicantes, sacamuelas, barberos, herbolarios, alquimistas y boticarios de los que, metiéndolos a todos en un mismo saco, hizo escarnio en desvergonzadas letrillas satíricas burlescas, y en multitud de escritos en prosa."

"Pues me hacéis casamentero,
Ángela de Mondragón,
escuchad de vuestro esposo
las grandezas y el valor.

Él es un Médico honrado,
por la gracia del Señor,
que tiene muy buenas letras
en el cambio y el bolsón.

Quien os lo pintó cobarde
no lo conoce y mintió,
que ha muerto más hombres vivos
que mató el Cid Campeador.

En entrando en una casa
tiene tal reputación,
que luego dicen los niños:
'Dios perdone al que murió'.

Y con ser todos mortales
los Médicos, pienso yo
que son todos veniales,
comparados al Doctor.

Al caminante, en los pueblos
se le pide información,
temiéndole más que a la peste
de si le conoce, o no.

De Médicos semejantes
hace el Rey nuestro Señor
bombardas a sus castillos,
mosquetes a su escuadrón.

Si a alguno cura, y no muere,
piensa que resucitó,
y por milagro le ofrece
la mortaja y el cordón.

Si acaso estando en su casa
oye dar algún clamor,
tomando papel y tinta
escribe: 'Ante mi pasó'.

No se le ha muerto ninguno
de los que cura hasta hoy,
porque antes que se mueran
los mata sin confesión.

De envidia de los verdugos
maldice al Corregidor,
que sobre los ahorcados
no le quiere dar pensión.

Piensan que es la muerte algunos;
otros, viendo su rigor,
le llaman el día del juicio,
pues es total perdición.

No come por engordar,
ni por el dulce sabor,
sino por matar la hambre,
que es matar su inclinación.

Por matar mata las luces,
y si no le alumbra el sol,
como murciélago vive
a la sombra de un rincón.

Su mula, aunque no está muerta,
no penséis que se escapó,
que está matada de suerte
que le viene a ser peor.

Él, que se ve tan famoso
y en tan buena estimación,
atento a vuestra belleza,
se ha enamorado de vos.

No pide le deis más dote
de ver que matáis de amor,
que en matando de algún modo
para en uno sois los dos.

Casaos con él, y jamás
viuda tendréis pasión,
que nunca la misma muerte
se oyó decir que murió.

Si lo hacéis, a Dios le ruego
que os gocéis con bendición;
pero si no, que nos libre
de conocer al Doctor."

4 de octubre de 2011

Hay que verlo



"¿Qué se cuece?" es el título del blog que recientemente ha comenzado a publicar la semFYC, Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, como parte de su Actualización en Medicina de Familia (AMF), una idea excelente por la que, desde aquí, quiero felicitarles.

Ahí he encontrado el vídeo que ellos toman, a su vez, de "Cosas del PAC".

No necesita comentarios. Hay que verlo.


Enlaces de interés:

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